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martes, 28 de enero de 2014

Conclusiones.

Basándome en fuentes periodísticas principalmente, así como mediante la opinión de un total de 33 ciudadanos polacos que han formado parte de nuestra muestra mediante la participación en una encuesta realizada entre noviembre del 2013 y enero del 2014, lanzada a aquellos que se encontraban entre las edades 18 y 55 o más años, mediante la cual hemos analizado la influencia política, religiosa e histórica que ha recibido el país a cerca del tema aquí estudiado (la homosexualidad en Polonia) y observando la evolución que ha sufrido la sociedad polaca con respecto al asunto, podemos concluir que existe cierto rechazo hacia las minorías sexuales ya que son consideradas como algo negativo, (siendo considerada por un 50% de la muestra como una enfermedad y un 61% como una desviación o perversión). Por otro lado, los propios polacos perciben este rechazo, afirmando un 35,29% que ser homosexual no es tarea fácil en Polonia. Por otro lado, la socialización primaria que han vivido los individuos de nuestra muestra se ha basado en una ausencia de educación sexual, ya que en la mayoría de los casos nuestros participantes han afirmado que las minorías sexuales eran un tema tabú para su familia o para en su colegio, o eran mostradas como una enfermedad o desviación. La influencia de la política, de los medios de comunicación, de la religión y en general de las instituciones, moldean y manipulan el parecer de los individuos en sociedad. Durante el comunismo en el que la religión católica tenía un inmenso poder y después de este, con el gobierno conservador de Kaszynski  el nivel de homofobia en Polonia era mucho más alto de lo que es hoy en día, en el que Polonia pasa a ser una sociedad capitalista y miembro de la Unión Europea. Ser miembro de la Unión Europea implica adaptar el contexto socio-cultural de un país a las exigencias que esta integración requiere, suponiendo incluso tener que romper con los valores y tradiciones con el que un país cuenta.
Los hechos, junto con los resultados de la encuesta muestran que no todo es homofobia en Polonia, pero que existe un nivel alto de ella. La quema del arcoiris, los boicots a las manifestaciones e incluso la anulación que el propio gobierno lanzó sobre el derecho de las minorías sexuales a manifestarse, los hooligans, las políticas educativas acerca de la sexualidad, los rechazos parlamentarios a la legalización de las uniones entre miembros del mismo sexo y un largo etcétera hacen sombra a aquellos religiosos, políticos y ciudadanos que intentan conseguir e integrar a aquellos con preferencias sexuales distintas a la heterosexualidad. Siempre los radicales hacen más ruido. La situación geográfica de Polonia a su vez recibe influencias de otros países donde los niveles de rechazo a la homosexualidad no son precisamente nulos.
La política polaca, cuenta con luchadores por los derechos de los LGBT siendo uno de los primeros países que cuenta con una diputada transexual en la historia de la humanidad. El problema es la percepción que los propios polacos tienen a cerca de ese partido político: "Es como un circo, tienen un transexual, un gay..." "No me inspiran confianza.." "Los voté porque en su programa está incluido la legalización de la marihuana..." 
En general y como podéis ver existe un fuerte contraste en la sociedad polaca entre los aperturistas que quieren adaptarse a las circunstancias sociales actuales y los conservadores, que tienen fobia a adaptarse a las nuevas circunstancias.  


Espero que todos hayáis disfrutado de este pequeño diario en el que periódicamente he intentado contaros cómo se ha vivido y cómo se vive la homosexualidad en un país post-comunista, católico y conservador.

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